Los procesos de fascistización no solo incluyen al Estado, sino a toda la sociedad, es una afectación dialéctica. Es importante señalar que el porte de armas no es una decisión únicamente del ejecutivo; está dentro de la ley que incluye una serie de medidas de “seguridad” como el ciberespionaje, y que fueron aprobadas por la Asamblea Nacional con 117 votos.; entre dichos votos están los de las bancadas “progresistas”.

Ante ello es importante señalar que la consolidación de los negocios ilícitos de mano del Estado es la real causa de toda la crisis de violencia e impunidad desatada en el país, es decir el Estado Burgués es el responsable, sin embargo, ahora pretenden implantar el discurso de que está en manos de cada persona defenderse de todos los efectos directos y colaterales de la delincuencia organizada.

No podemos olvidar que vivimos en una sociedad divida en clases, ¿Quiénes podrán portar armas?, ¿Quiénes cumplirán los requisitos económicos y formales para portarlas?. Evidentemente los sectores más privilegiados. Sectores que por su condición de clase guardan una ideología reaccionaria y serán semillas de grupos paramilitares, que como ha demostrado la historia, actuarán de mano de la policía cazando a las personas que son captadas y que pertenecen a los últimos eslabones de las mafias, que tal como se ha visto en el país, ya incluyen niños de 12 a 16 años.

Además estos sectores conservadores y reaccionarios, no dudarán en brindar su respaldo armado en protestas que se den en el país.

En junio del anterior año vimos ya como hombres armados atacaron a manifestantes en la Ruta Viva. Es necesario señalar que el porte de armas se venía cocinando desde hace algún tiempo. La reducción de impuestos y la amplificación del discurso que aliena y hace creer que las armas brindarán seguridad, no ha sido coincidencia. Sin embargo, no se pude perder de vista que esto solo beneficia, por un lado, a la millonaria industria armamentística y al fortalecimiento práctico de grupos paramilitares y por otro, a los sectores del contrabando; la legalidad con “requisitos” trae consigo la posibilidad de adquirir armas por fuera del proceso legal, generando mayor posibilidad a la propia delincuencia organizada de armar a todo su engranaje. El funcionamiento de policía – empresas de seguridad- delincuencia organizada ha sido ampliamente denunciado.

En un sistema, en donde todo se vuelve mercancía y donde las clases dominantes trafican con las adicciones, los cuerpos y la propia vida de las personas, la violencia del sistema seguirá creciendo y si a esto le sumamos los altos indicadores de enfermedades psicológicas producto de una descomposición social y no solo de factores individuales, sabremos hacia donde caminamos; homicidios, feminicidios, masacres en escuelas y colegios, etc.; todo menos mayor seguridad.

Al gobierno y a los asambleístas, conservadores y “progresistas” la vida del pueblo no les interesa, se ríen en nuestra cara y se valen de decisiones demagógicas como estas, que, dada la alienación, algunas personas creen que portar un arma es la solución para acabar con la delincuencia y la inseguridad.

Los sectores revolucionarios debemos denunciar con firmeza que los únicos responsables de la cacería humana que vivimos y viviremos, son la clase dominante y el Estado burgués y que mientras estos persistan en el poder todo irá en detrimento de las clases populares, quienes pagamos con nuestra vida los pactos que hacen con los altos mandos de las mafias del mundo.

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